Con esta maquinaria podemos someter a una tubería (es indiferente su material o sección) a una prueba de presión según la norma UNE 1610. Esta norma se trata de introducir aire por el interior de un conducto (previa obturación de sus dos extremos) y que este sea almacenado durante un tiempo concreto. En caso de no conseguir que la presión se mantenga en el interior de dicho conducto este, no sería estanco y por consiguiente se entiende que de igual forma las aguas que discurran por el llegan a fugarse libremente.
Esta prueba o verificación es la única 100×100 fiable en el ámbito del saneamiento si desea conocer el estado real de una tubería ya que con las cámaras de inspección para determinar que un tubular no es estanco debe encontrarse en el estudio una prueba irrefutable como son por ejemplo roturas grandes o desplazamientos de la canalización, ya que en el caso de pequeñas fisuras o micro fisuras es muy difícil poder detectarlas a ojos de una cámara de inspección.